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¿Que es el Hormigón Desactivado?

El hormigón desactivado es una variante innovadora y estéticamente atractiva del tradicional hormigón utilizado en la construcción. También conocido como hormigón lavado o hormigón expuesto, este material se caracteriza por su superficie rugosa y texturizada, que se logra mediante un proceso específico durante su aplicación.

La principal diferencia entre el hormigón desactivado y el convencional radica en el método de acabado. En lugar de dejar la superficie lisa y uniforme, se utiliza un retardante de fraguado que retarda el tiempo de endurecimiento en la capa superior del hormigón.

Luego, una vez que la mezcla ha alcanzado la resistencia adecuada, se lava la capa superficial con agua a presión o se utiliza ácido para eliminar la pasta superficial más débil, dejando al descubierto los agregados gruesos y creando una textura distintiva.

Esta técnica ofrece una serie de ventajas tanto estéticas como prácticas. Desde el punto de vista visual, el hormigón desactivado proporciona una apariencia única y natural, con una variedad de colores y formas de agregados que pueden adaptarse al entorno circundante. Además, la textura rugosa mejora la resistencia al deslizamiento, lo que lo convierte en una opción segura para áreas peatonales.

En términos de durabilidad, el hormigón desactivado tiende a ser más resistente a las manchas y al desgaste superficial en comparación con el hormigón convencional. La exposición de los agregados también puede mejorar la resistencia a la abrasión, contribuyendo a una mayor vida útil.

Este tipo de hormigón se utiliza comúnmente en aceras, plazas, patios, y otras áreas públicas o residenciales donde se busca un aspecto estético distintivo. En resumen, el hormigón desactivado no solo es una opción funcional y duradera, sino que también añade un toque visual único a los proyectos de construcción y diseño urbano.

Escalera y suelo antideslizante acabado en hormigón desactivado o lavado.

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¿Cómo se hace el hormigón impreso desactivado?

La creación del hormigón desactivado implica un proceso cuidadosamente coordinado que difiere del método tradicional de vertido y alisado utilizado en el hormigón convencional. Aquí te detallo los pasos fundamentales para la elaboración de este material distintivo:

1. Mezcla del Hormigón

Comienza con la preparación de una mezcla de hormigón convencional utilizando cemento, arena, grava y agua. La proporción precisa de estos componentes dependerá del diseño y la resistencia deseados.

2. Vertido y Distribución

Vierte la mezcla de hormigón sobre la superficie preparada, asegurándote de distribuirlo uniformemente. El uso de herramientas como reglas y palas facilita este proceso, permitiendo alcanzar un espesor homogéneo.

3. Adición del Retardante

La clave del hormigón desactivado radica en el uso de un retardante de fraguado. Este producto químico se aplica con una mochila de espalda para retrasar el tiempo de endurecimiento de la capa superficial del hormigón.

4. Espera Controlada

Tras el vertido, es crucial esperar a que el hormigón alcance una consistencia adecuada antes de proceder con el siguiente paso. El tiempo de espera depende de factores como la temperatura ambiente y la composición de la mezcla.

5. Lavado Superficial

Una vez que el hormigón ha alcanzado la resistencia necesaria, se procede al lavado superficial. Este paso implica el uso de agua a presión o soluciones ácidas que eliminan la capa superficial más débil, exponiendo los agregados gruesos y creando la textura característica del hormigón desactivado.

6. Enjuague y Sellado Opcional

Después del lavado, se enjuaga la superficie para eliminar residuos y detener el proceso químico. En algunos casos, se aplica un sellador para mejorar la durabilidad y la resistencia a manchas.

7. Curado

Este meticuloso proceso resulta en una superficie texturizada y visualmente atractiva, haciendo del hormigón desactivado una elección popular para proyectos que buscan la combinación perfecta entre funcionalidad y estética.

Obra de hormigón desactivado

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Preguntas frecuentes sobre hormigón desactivado

El hormigón desactivado es un tipo de pavimento o superficie de concreto que se trata con un agente desactivador para exponer la textura y los agregados de la mezcla, creando una apariencia estética y antideslizante.
El efecto desactivado se logra aplicando un agente desactivador durante el proceso de colocación del concreto. Este agente impide que la capa superficial del concreto se endurezca completamente, facilitando la posterior eliminación para revelar los agregados.
El hormigón desactivado ofrece una apariencia única y texturizada, es resistente al deslizamiento, duradero, y proporciona un bajo mantenimiento. Además, permite una variedad de opciones de diseño.
Sí, el hormigón desactivado es altamente personalizable. Puede seleccionarse una gama de agregados y colores para adaptarse a las preferencias estéticas del proyecto.
Después de la instalación, se recomienda un sellado protector para preservar la apariencia y durabilidad del hormigón desactivado. Además, se debe evitar el uso de sales de deshielo que podrían dañar la superficie.
El tiempo de instalación puede variar según el tamaño del proyecto, pero en general, el proceso de aplicación y lavado para revelar los agregados lleva unos pocos días.
El hormigón desactivado mantiene la misma resistencia estructural que el concreto convencional, ya que la exposición de los agregados no afecta significativamente su capacidad de carga.
El hormigón desactivado se utiliza comúnmente en áreas peatonales, aceras, patios, plazas y otros espacios exteriores donde se valora una superficie antideslizante y estéticamente atractiva.

¡Conclusión!

En resumen, el hormigón desactivado se erige como una expresión artística en el mundo de la construcción. Su creación meticulosa, que implica la adición estratégica de retardantes de fraguado y un proceso de lavado superficial, da como resultado una superficie única, rugosa y visualmente atractiva

Más allá de su función estructural, el hormigón desactivado se destaca por su capacidad para fusionar la resistencia con la estética, convirtiéndose en una opción popular para proyectos que buscan la armonía entre funcionalidad y belleza.

Ya sea en entornos urbanos o residenciales, este material innovador no solo resiste el paso del tiempo con solidez, sino que también añade un toque distintivo y natural a la arquitectura moderna.

En definitiva, el hormigón desactivado no es simplemente un material de construcción, sino una declaración de estilo que transforma los espacios en obras de arte duraderas.